No soy nada amigo de cambiar algo que he escrito. Sin embargo, a veces hay que actuar de otra manera si efectivamente has cometido un error. Así pues, he modificado mi anterior entrada en el blog.
Sin querer justificar mis anteriores comentarios, sí quiero que al menos se comprenda cómo me sentía, no entendía a qué venía la discusión. Sin duda, mi mayor equivocación fue la de escribir la crónica sin haber esperado algunos días hasta que mis ánimos se hubieran enfriado y haber podido reflexionar.
Quiero pedir perdón tanto a Rubén como a Alejandro, así como a sus padres, por haber dejado caer gratuitamente que habían hecho algo de lo que ni tengo pruebas ni certeza, y que pensando tranquilamente sé a ciencia cierta que nunca harían.
También quiero hacer hincapié en que en ningún momento actuamos desde la organización del torneo de manera arbitraria ni discriminatoria. Personalmente, tengo un gran aprecio por los gemelos, me parecen unas estupendas personas con las que siempre he tenido una muy buena relación, y confío en que siga siendo así.
Puesto que soy de la opinión de que siempre de todas las situaciones se debe aprender, no os quepa la menor duda de que ésta no ha sido una excepción. Desde el punto de vista de la organización del torneo y en aras a evitar posibles ambigüedades en el futuro, se tendrá mucho más cuidado a la hora de redactar las bases de los torneos. En cuanto a mi persona, respiraré hondo no dos sino mejor tres veces antes de soltar una barbaridad.
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